miércoles, 2 de abril de 2008

Los dos recintos amurallados de Villalpando


La fotografía de arriba muestra la disposición de los dos recintos amurallados con los que contó Villalpando.

En color rojo aparece delimitado el primer recinto, del s. XII. Los trazos continuos corresponden a los restos de muralla que todavía existen, mientras que los trazos discontinuos señalan el itinerario por el que discurría. Los números, del 1 al 7, señalan las Puertas y Postigos con que dicha muralla contaba. El nombre de estas puertas se ha perdido en su mayoría, salvo la puerta número 1, llamada Puerta de San Miguel.

En color azul, empleando la misma técnica de trazos continuos y discontinuos, aparece representada la muralla nueva, del s. XIV. Las letras, de la A a la I, señalarían las puertas y postigos de esta nueva cerca. Sus nombres se han conservado mejor. Así, por ejemplo, la puerta C sería la de Santa María, la D correspondería al postigo de San Salvador, la E es la puerta de Santiago. La F sería el postigo de San Pedro. La G, la puerta de San Andrés o Puerta de Villa. La H, la puerta de Olleros y la I, puerta de la Magdalena.

Resumen de la descripción de las dos cercas: La técnica constructiva de la muralla antigua es la de encofrado de hormigón de cal y canto, en hiladas de 1,4 metros. En algunos puntos se conservan hasta 7-8 hiladas. En el exterior del tramo norte se observa un foso, muy colmatado. En los lienzos este y oeste las torres de San Miguel y Santa María, respectivamente, se asientan sobre la cerca forrándola o rehaciéndola con fábricas de tapial, ladrillo o sillería. No se conserva ninguna puerta pero el trazo vial permite suponer la existencia de varias, como la "calle del Arco", al sureste. Sin embargo, la puerta de San Miguel, al noreste, se documenta en el siglo XIV.

Otra se abriría en un esquinazo de la plaza, dando paso a la calle Real y otra al oeste, junto a la iglesia de Santa María.

En la baja Edad Media se construyó un segundo recinto más amplio, hacia el Sur y Sureste, en el que se abrieron las puertas conservadas de Santiago y San Andrés.

A lo largo del s. XIII, el desarrollo urbano y la creación de varios barrios extramuros hacen que las primitivas defensas queden rebasadas e inutilizadas. Por ello, como en otras muchas villas, se levantó este segundo recinto tanto para acoger y proteger los nuevos barrios como para reforzar el estatus urbano.

Sin embargo en 1299 aún no se había construido esta nueva cerca pues en ese año Fernando IV permitió a los judíos, que tenían su aljama extramuros del primer recinto, vivir en el interior de la vieja cerca. Así lo indica Calvo Lozano en su libro (páginas 145-146).

Hasta 1348 no hay constancia documental de este nuevo muro y de sus puertas. Puede atribuirse su construcción, por tanto, a la época de Alfonso XI. De esa época son también los nuevos trazados de las murallas de Toro y Zamora. A finales del s. XV se adosó a la puerta de Santiago una torre de flanqueo cuadrada, dotada con troneras y almenaje, convertida después en campanario de la Iglesia de Santiago. A la puerta de San Andrés se añadieron a comienzos del s. XVI dos impresionantes cubos, flanqueándola.

La nueva villa alcanzó así una superficie de 22 hectáreas, frente a las 8 hectáreas del recinto inicial, cuya cerca comienza a ser derribada a partir de entonces.

Para la confección de este artículo he seguido el libro de José Avelino Gutiérrez González, "Fortificaciones y Feudalismo", publicado por la Universidad de Valladolid.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien señor Varo.
Me alegra ver que existe gente con inquietudes por los Campos de Tierra.
Sigue asi.
Ciao.

laciana dijo...

Es impresionante este articulo.
Pero mas impresionante es, que yo, Javier Rodríguez González, haya estudiado en Villalpando (monjas ,escuelas villa, colegio municipal e instituto Miguel de Cervantes)y nunca un profesor malgastara su precioso tiempo en explicarnos algo de la gran historia de Villalpando.
Muchas gracias Varo

Fernando Cartón Sancho (Varo) dijo...

Muchas gracias a los dos por vuestro comentario y por el ánimo que me dais.
Seguiré haciendo lo que pueda por divulgar la gran historia de nuestra tierra.
Varo.

Anónimo dijo...

AUPA VARO Y EL ATLETI¡¡¡¡¡¡¡