Para sorpresa de alguno de mis paisanos, hoy voy a dejar aquí estas notas sueltas dedicadas a los Hermanos del Corral de Villalpando, gente muy interesante y de lo más granado que ha salido de esta villa.
No, no se trata de toreros, como una vez me dijo alguien. Los hermanos del Corral fueron arquitectos, escultores, yesistas y rejeros. Desarrollaron su obra en la primera mitad del siglo XVI, durante el reinado de Carlos I.
Como la historia y su propio pueblo parece haberlos olvidado, es difícil resumir la biografía de estos cuatro hermanos que, ni siquiera en sus nombres los historiadores del arte se ponen de acuerdo. La enciclopedia Larousse habla de Jerónimo, Juan y Ruy del Corral de Villalpando. Sin embargo, en otros muchos textos a Juan se le identifica como Francisco. Este error proviene de que hay un cuarto hermano Corral, cuyo nombre es, precisamente, Francisco, y a quien los libros de arte llaman, simplemente, Francisco de Villalpando. Parece que nacieron a finales del siglo XV, en Villalpando, pero su obra es toda de la primera mitad del XVI, en pleno Renacimiento.
En los libros de Historia del Arte se les caracteriza como unos fabulosos decoradores de interior, de gusto exquisito, modernos en su época. Precisamente, su época es aquella en la que la Castilla post-medieval de los Reyes Católicos se abre a la Castilla europea de Carlos I (V de Alemania), con nuevos gustos italianizantes -por la llegada del quatrocento- e inmersa en la influencia que la obra de Miguel Angel supuso en los artistas, no sólo de España, sino de toda Europa. En ese contexto histórico-artístico del quatrocento, por un lado, y en ese ámbito sociopolítico del reinado del emperador Carlos, por otro, es donde tenemos que situar a nuestros insignes paisanos, los hermanos del Corral.
Aunque fueron buenos arquitectos, sobresalieron como decoradores de interior y, sobre todo, como yesistas. Sus decoraciones en yeso policromado son de singular belleza y derrochan fantasía e ingenio. Tanto es así que fueron imitados por otros muchos artistas dando origen al peculiar estilo que se ha dado en llamar "Escuela Castellana". Una de sus obras, la Capilla de los Benavente, en la iglesia de Santa María de Medina de Rioseco, es conocida como la "Capilla Sixtina Castellana". Otras obras suyas son la Capilla de San Pedro, en la Catedral de Palencia (en la que colaboraron activamente en su reforma del siglo XVI) y la llamada "Casa Blanca" de Medina del Campo. También hicieron trabajos de rejería y decoración en la Catedral de Toledo, pero no se prodigaron mucho en obras fuera de Castilla; quizás por eso su proyección en la Historia del Arte no haya sido lo grande que su obra merece.
Nuestro historiador local, don Luis Calvo Lozano, habla de ellos en su libro al referirse a los personajes ilustres del siglo XVI (págs. 221 y stes.). Afirma don Luis que ellos fueron los constructores del coro de la iglesia de Santa María la Antigua, del artesonado de yeso de la iglesia del Templo (actual Ayuntamiento) y de las rejas de la capilla mayor de la Catedral de Toledo.
Yo me atrevería a decir que artistas tan solicitados como ellos sin duda tuvieron que participar en la decoración del fabuloso palacio renacentista que los Condestables de Castilla y señores de Villalpando rehabilitaron, precisamente, en la época de los hermanos del Corral. Pero advierto que no hay ninguna prueba de ello.
Las fotografías que aparecen en este artículo corresponden a la Capilla de los Benavente y a alguna otra de sus obras.
Varo.